Hoy escuché una experiencia en el discurso público sobre la rebeldía, no recuerdo las palabras exactas pero va más o menos así:
En un país donde nuestra obra está proscrita, el cuerpo de ancianos de una congregación acordó dar instruir a los publicadores que al predicar, podrían hablar con las personas pero no dejarles ningún tipo de publicación.
Un hermano pensó: "¿Cómo es posible que no dejemos publicaciones? Estas personas necesitan ayuda, si no leen las publicaciones no podrán entrar al Nuevo Mundo". Habiendo hecho caso omiso a las instrucciones de parte de los ancianos, dejó literatura en manos de alguien, no había caminado mucho cuando la policía ya estaba detrás de ellos. Se lo llevaron a él y a otros hermanos por su acto de rebeldía y de cobardía ya que al ser interrogado dio nombres y direcciones de los hermanos.
¿Qué les parece?